ZAPATERO GANA EL PRIMER ASALTO

El debate mantenido el pasado Lunes entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy ha dejado claro que, frente a un presidente del Gobierno que ofrece ideas, que se preocupa de los ciudadanos y que mira al futuro con optimismo, hay un líder de la oposición faltón, crispado, sin programa y con un mensaje catastrofista muy alejado de la realidad de España.Durante los últimos días, Rajoy se ha manifestado como el candidato que está con los currantes y no sabe ni lo que es un bonobús, aunque, claro, Pizarro tampoco sabía lo que es un mercado. Estos señores no tienen credibilidad cuando dicen que están con los trabajadores y las familias. Todo el mundo pudo ver que, en el apartado de las políticas sociales, no gastó ni medio segundo en aportar propuestas más allá de su enigmático contrato de integración de los emigrantes, a los que criminalizó a lo largo de todo el cara a cara.Pero lo peor fue que volvió a utilizar el terrorismo y, sobre todo, a las víctimas, como reclamo electoral, en un acto de desvergüenza política. Cuando acusó al presidente de haber agredido a las víctimas del terrorismo, no sólo mintió, sino que él mismo agredió a estas victimas, a las que no le importa utilizar con tal de sacar un puñado de votos.Rajoy ha actuado en los últimos días como si no hubiera terminado el carnaval y se ha paseado con la careta de moderado. Pero parece que ya ha dado por terminada la fiesta. Se ha echado en los brazos de doña Cuaresma y se ha mostrado como es. Ya no valen excusas. Ya no cuela su discurso presuntamente moderado y progresista. La mano dura que quitó de su lema de campaña ha aparecido en escena.Zapatero ganó el debate y tiene que ganar las elecciones porque, como quedó ayer claro, España no se merece a un Rajoy en la Moncloa.