viernes, 29 de mayo de 2009

La campaña electoral.

La política del PP es algo que se escapa al sentido común, y es que como subterfugio para ganar las elecciones europeas del 7 de junio, desde hace unos días están acusando a Zapatero de utilizar aviones oficiales, y ahora se les está volviendo todo en su contra, pues Rajoy, Trillo, Aznar y demás ministros los utilizaron mientras que estuvieron en el gobierno. También ahora están saliendo a la luz los testimonios de los chóferes que trabajan para los cargos de la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad Valenciana, quienes están cansados de hacer horas extras para acompañar a misa, dejar a los niños en el colegio, esperar mientras dura una partida de mus, o recoger pedidos de paellas de miembros del Gobierno del Partido Popular.

Es de suponer que esta “estrategia” viene a raíz de que durante las elecciones de Galicia Nuñez Feijoo prometía en la campaña que cambiaría el parque móvil de la Xunta por coches fabricados en Galicia, así pues, el presidente electo de Galicia debería haber optado por la furgoneta Berlingo, el monovolumen Picasso, o la Peugeot Partner, pero no fue así, el coche elegido fue un Citröen C6, fabricado en Francia, cuyo valor ronda los 60.000 euros.
Parece mentira que PP solamente tenga, para pedir el voto, que el Presidente del Gobierno vuele en tal o cual avión. ¿Dónde están sus ideas y proyectos? Sencillamente no los tiene, de ahí que oir hablar a Mayor Oreja suponga un ejercicio de infinita paciencia, pues al carecer de una perspectiva de futuro no habla más que de hechos del pasado, de ahí que seguir su discurso conlleve retrotraerse en el pasado, mínimo 40 años atrás... Y ha sido éste quien nos ha ofrecido la perla del día, pues se ha posicionado del lado del cardenal Antonio Cañizares, quien hace unos días defendió que los abortos son más deleznables que los abusos a menores en el seno de la Iglesia (otro que mira en otra dirección).
Para terminar, comentar que hoy Rajoy no ha tenido ningún inconveniente en apoyar a los líderes populares valencianos y ha participado en un acto electoral celebrado en Castellón junto al presidente valenciano, Francisco Camps, imputado en el caso Gürtel, y el de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, imputado por tráfico de influencias y fraude fiscal. Más le valdría a Rajoy limpiar su partido de tales personas, para dar ejemplo y después, y si es que sabe (duda más que razonable), que haga política.

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